CAPÍTULO V
Del/de la Cronista Oficial de la Villa de Gijón
Artículo 69.—Concesión.
- El título de Cronista Oficial de la Villa podrá ser otorgado a aquellas personas que se hayan distinguido por su actividad en cualquier tipo de estudios, investigaciones, publicaciones o trabajos relacionados con Gijón/Xixón y mantengan una vinculación continuada con la vida local.
- Dicho título llevará aparejada la concesión de la medalla correspondiente como Cronista Oficial de la Villa de Gijón/Xixón y de un distintivo de solapa.
- El título de Cronista Oficial de la Villa de Gijón/Xixón es puramente honorífico y no lleva aparejado el derecho a percibir retribución económica alguna, sin perjuicio de la compensación de gastos que puedan producirse como consecuencia del encargo conferido de realizar algún estudio o investigación de carácter excepcional por su complejidad o por la inversión de trabajo que requiera, o que exija la realización de viajes o la adquisición de medios materiales específicos.
- El título de Cronista Oficial de la Villa de Gijón/Xixón tendrá carácter vitalicio. Ello no obstante, su titular podrá renunciar por decisión propia.
Julio Somoza, Fabriciano González ¨ Fabricio¨, Joaquín Alonso Bonet y Patricio Adúriz; fueron los anteriores Cronistas Oficiales de la Villa de Gijón.
Tras el fallecimiento de Patricio Adúriz el 12 de octubre de 1992, el cargo de cronista quedó vacante.
31 años después, Luis Miguel Piñera Entrialgo, con la propuesta de la Sociedad Cultural Gijonesa y del Ateneo Obrero puede ser el nuevo cronista de nuestra ciudad.
Julio Somoza y García Sala (1848-1940)
Desempeñó el cargo de Cronista Oficial desde 1908 a 1940, también fue Cronista Oficial de Asturias desde 1924 hasta su muerte en 1940.
Escritor e historiador, nace en Gijón el 23 de diciembre de 1848. Sus padres fueron María del Pilar García-Sala Blanco y José Somoza de Montsoriu, militar con ascendientes gallegos. Pasa sus primeros años entre Galicia y Castilla, donde realiza los estudios básicos. Con la idea de ingresar en la carrera militar, se desplaza a Madrid y Segovia, donde cursa los estudios correspondientes.
No consigue su ingreso en Artillería en parte debido a su estatura y en parte a la sordera que padece desde su nacimiento. Vuelve entonces en 1873 a Gijón, donde se dedicará el resto de su vida al estudio de la historia asturiana especializándose en Gijón, Oviedo y Jovellanos, del que es un apasionado estudioso.
En 1881 funda con tres intelectuales asturianos regionalistas, Fuertes Acevedo, Canella Secades y Vigón, una academia para estudios literarios e históricos de Asturias con el nombre La Quintana.
En 1888 se casa con Josefa Menéndez Sánchez reconociendo la paternidad de la que será su única hija, Amparo Somoza Menéndez. Enviuda en 1905.
Colabora escribiendo artículos en periódicos como El Eco de Asturias, El Carbayón, El Comercio, Ilustración Gallega y Asturiana, El Productor Asturiano. En alguno de ellos firma bajo el seudónimo Don Diego de Noche.
Destaca por el profundo y detallado estudio de la vida y obra de Jovellanos , siendo sus monografías más importantes: Jovellanos: nuevos datos sobre su biografía (1885), Las amarguras de Jovellanos: Bosquejo biográfico con notas y setenta y dos documentos inéditos (1889), Escritos inéditos de Jovellanos, dispuestos para la impresión (1891), Inventario de un jovellanista (1901), Documentos para escribir la biografía de Jovellanos (1911), Cartas de Jovellanos a Lord Vassali Holland sore la guerra de la Independencia (1911), Jovellanos: manuscritos inéditos, raros o dispersos (1913). También merecen mención: Cosiquines de la mió quintana (1884), Gijón en la historia general de Asturias (1908) y Registro asturiano (1927).
Como reconocimiento a su trabajo, la Biblioteca Nacional le premia en 1901 en un concurso por su obra Inventario de un jovellanista; es nombrado académico de la Real Academia de Historia; el Ayuntamiento de Gijón le nombra en 1908 cronista oficial de la Villa y en 1924 es nombrado cronista oficial del Principado de Asturias.
La villa de Gijón le honra en 1939, poniendo su nombre a una calle y con un monumento en 1956 en el parque Isabel la Católica, unas columnas de la que fuera la capilla de la finca de sus abuelos Somoza.
Fallece en Gijón el 25 de octubre de 1940, habiendo donado su magnífica biblioteca dedicada a temas asturianos a la Universidad de Oviedo y que resultará destruida por un incendio.
Texto : Biblioteca Nacional de España.
Agustín Guzmán Sancho publicó en el año 2001 una completa biografía de Somoza que podéis consultar en las bibliotecas públicas de Gijón.
Fabriciano González, “Fabricio” (1868-1950)
Ocupó el cargo de Cronista en 1943, tres años después de fallecer Somoza, permaneciendo en él hasta su muerte en 1950.
Inició su relación con la cultura gijonesa impartiendo clases, desde 1886, en la escuela nacional de Cabueñes, al frente de la cual estuvo hasta convertirse en profesor de segunda enseñanza. Compaginó la docencia con sus primeros trabajos para la prensa local: en El Porvenir de Gijón o El Musel vieron la luz sus primeros artículos, junto con algunas poesías en asturiano, que pronto se convirtieron en su modalidad literaria preferida. Sus estudios de Derecho, relativamente tardíos, le permitieron recibir, 1898, el nombramiento de secretario municipal del Ayuntamiento de Laviana, destino por el que renunció al puesto de redactor-jefe que desempeñaba, por aquel entonces, en el diario El Comercio. En Laviana permaneció hasta su jubilación en 1919.
A esta larga etapa de su vida pertenece la mayor parte de su producción literaria que ya para entonces aparecía públicamente bajo el pseudónimo de Fabricio. Sus colaboraciones en prosa y verso eran frecuentes en numerosos periódicos asturianos, madrileños, argentinos y cubanos. A la vez, Fabricio fundó y dirigió La Voz de Laviana y en 1920, tras su regreso a Gijón, El Regionalismo Astur.
Escribió y estrenó monólogos y piezas teatrales en asturiano y en español, y desarrolló una importante labor de conferenciante, especialmente en el Ateneo Obrero de Gijón.
Fue miembro del Instituto de Estudios Asturianos.
Texto extraido del libro : Munchu güeyu con la xente de casa
DEL CRONISTA «FABRICIO» (1942)
En este expediente, conservado en el Archivo Municipal de Gijón, comprobamos que fue el propio Fabriciano González «Fabricio» quien acude al Ayuntamiento solicitando que le sea concedido el título de «Cronista de Gijón». Fabricio manifiesta que le es necesario ese cargo para poder investigar los datos de un libro que estaba escribiendo: «Historia de Gijón». Un libro que no llegó a terminar. Es curiosa la hoja de méritos que incluye y, sin duda, muy ilustrativa para conocer la amplia labor del gijonés que fue nombrado «Cronista de Gijón» el 18 de marzo de 1943 desempeñando esa labor hasta su muerte, en el año 1950. LOS PAPELES DEL ARCHIVO. Luis Miguel Piñera
Joaquín Alonso Bonet (1889-1975)
Periodista, poeta y dramaturgo nacido en Gijón el 29 de octubre de 1889, cursó sus estudios en el Instituto de Jovellanos y enseguida entró a formar parte de la redacción del diario gijonés -El Publicador- , desde donde meses más tarde pasó a El Comercio. Creador de la revista ilustrada ¨Gijón Veraniego¨, editada durante más de veinte años, dirigió El Comercio hasta que fue requerido para ocupar igual cargo en ¨La Prensa¨, donde estuvo trece años siendo al mismo tiempo corresponsal en Asturias de ABC, de Madrid; Diario de la Marina, de La Habana y de las agencias Logos y Associated Press.
En 1930 estrenó en Gijón el poema dramático en verso ¨ Don Guzmán de Castilla¨, el cual tuvo gran éxito en Madrid y en otros teatros de Latinoamérica.
Estudioso también de Jovellanos, fue nombrado en aquella época director del diario Voluntad, cargo que ejerció hasta su retiro. Presidente de la Asociación de la Prensa de Gijón y de la Cátedra Jovellanos del Centro Asturiano de Madrid, perteneció a la primitiva Academia Asturiana, al IDEA, a la comisión Provincial de Monumentos y a la Academia de Declamación, Música y Bellas Artes de Málaga.
Entre sus muchas obras destacan: Asturias en el pensamiento de Jovellanos, Biografía de la villa y puerto de Gijón, Pequeñas historias de Gijón, Cantares de la tierrina y Proyección de la villa de Jovellanos.
Fue nombrado Cronista de la Villa en 1955, cargo que ocupó hasta su fallecimiento en 1975.
Texto: Rubén Espiniella, publicado en el diario El Comercio el 15 de noviembre de 1992.
Patricio Adúriz Pérez (1927-1992)
Para poner punto final a esta entrada sobre los Cronistas Oficiales de la Villa de Gijón, quien mejor que Luismi, destinado a ocupar esta vacante por méritos propios,( y que desde este blog también nos queremos sumar al sentir social para que pase a la historia gijonesa, como el quinto Cronista Oficial de la Villa de Gijón) que sea el que nos hable de Patricio Adúriz con este texto extraido del libro Míticos de Gijón del que es autor junto con Ignacio Peláez
Patricio Adúriz, el último cronista.
La villa de Gijón perdió a su último cronista oficial el lunes 12 de octubre de 1992, ya se cumplió un cuarto de siglo, y con él se fue un hombre gran amante de la historia local, amante de todo lo gijonés y que se mantuvo al frente de la Hemeroteca de la ciudad hasta pocos meses antes de su muerte. Gijonés, nacido en el barrio del Carmen el 12 de enero de 1927, estudió bachillerato en el Instituto Politécnico Asturiano y luego Filosofía y Letras en Madrid y en Oviedo (becado por el Ayuntamiento de Gijón) y fue en la universidad amigo y colaborador de personajes como Alfonso Paso y Alfonso Satre, tan iguales en el nombre, tan diferentes en otros sentidos.
Era Adúriz miembro del Real Instituto de Estudios Asturianos, RIDEA, y un investigador meticuloso que rescató para delicia de sus lectores personajes y hechos en muchas ocasiones desconocidos en la historia de Gijón. Sobre todo publicó en el diario El Comercio desde el año 1966 su clásica sección que tituló durante muchos años Viñetas Asturianas, pronunció muchas conferencias y sin embargo publicó no muchos libros: algunas biografías de pintores asturianos como Manuel Medina, otro de título Pachín de Melás o el cantor de Asturias, uno con Bastián Faro sobre el puerto de Gijón, y también Miscelanea de la Navegación Gijonesa y destacamos su obra Crónica de la calle Corrida que editó Silverio Cañada en el año 1990, dos años antes de su muerte. Todos esos libros y sus cientos de artículos son trabajos muy consultados por los historiadores locales.
En el año 1972 se hizo cargo de la Hemeroteca provincial de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación, una obra de recopilación de prensa que se debe a la iniciativa del insigne Luis Adaro Ruiz-Falcó. En los locales de la Cámara, en la calle del Instituto, Patricio Adúriz atendió diariamente durante muchos años a todos aquellos, estudiosos de la historia de Gijón y curiosos, que no recibieron de él más que amabilidad y consejos. En el año 1982, en la primera corporación democrática tras la Guerra Civil, y con José Manuel Palacio como alcalde, fue nombrado Cronista Oficial de la Villa.
Los cuatro cronistas tienen en Gijón una vía urbana con su nombre. El primero en tenerla fue Julio Somoza, una calle lleva su nombre uniendo Cabrales con San Bernardo, desde 1939; Joaquin Alonso Bonet la tiene desde 1975 en el entorno de Marqués de San Esteban; a Fabriciano González ¨Fabricio¨ lo recuerda una calle en El Llano desde 1990, y desde 1997 existe en Montevil la plaza de Patricio Adúriz Pérez.
Luis Miguel Piñera Entrialgo ¨Luismi¨, lleva más de un cuarto de siglo investigando sobre la historia de Gijón y compartiéndola a través de sus publicaciones con todos nosotros, Luismi es un viejo conocido de este blog en donde en 26 categorías del mismo aparece su nombre. Es una persona amable y generosa siempre dispuesta a aportar un dato o resolver una duda de las muchas que he tenido a lo largo de estos 13 años de Gijón en el Recuerdo.
Gracies amigu.
Luis Miguel Piñera, nuevo cronista oficial de Xixón
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