Llevan toda mi vida mirándome. Me han visto crecer. Me observan calladas desde su altura, testigos mudos de mi ir y venir por la calle de Jovellanos. Y a pesar de eso casi pasan desapercibidas, yo no sabía nada de ellas, (tengo que confesar que fue a partir de los trabajos de limpieza cuando me picó la curiosidad) y supongo que a muchos os pasará lo mismo, por eso en esta entrada trataremos de conocer su historia.
La fachada en donde están situadas, primero fue sede del Banco de España, construido en el solar de lo que fue el antiguo Teatro Jovellanos inaugurado en enero de 1854 y que fue derribado a finales de 1934.
El anterior Banco de España tenía su sede desde 1894 en la calle del Instituto número 13, como podemos ver en esta antigua postal.
Recordar que 1 de septiembre de 1923, el anarquista Buenaventura Durruti y su grupo Los Solidarios perpetraron en la filial del Banco de España en Gijón el primer gran atraco a mano armada a un banco llevado a cabo en España, con un botín de más de medio millón de pesetas de las de entonces, cuya finalidad era pagar la fianza de Ascaso y otros detenidos por el atentado contra el cardenal Soldevilla, resultando herido de gravedad el director Luis Azcárate Álvarez tras oponer resistencia a los asaltantes. Fallecería días después.
El nuevo edificio que albergaría la sucursal del Banco de España en nuestra ciudad con un proyecto del arquitecto Luis Menéndez Pidal realizado en 1935, no se llevaría a cabo hasta el año 1944 , quedando inaugurado el 4 de noviembre de 1950.
Hemeroteca diario El Comercio
En la fachada, como podemos ver en el proyecto de 1935, destacan dos hornacinas que albergarían a nuestras dos desconocidas estatuas; en la hemeroteca del diario Voluntad leemos la siguiente noticia en donde el arquitecto Luis Menéndez Pidal comunica al Alcalde, que el insigne escultor Adsuara ha terminado de esculpir las dos figuras alegóricas que ocuparan las mismas. Una simbolizando a la agricultura y la otra al comercio.
Pero el tiempo pasaba y las estatuas no acababan de llegar, en la sección Crónica de un día de el diario El Comercio de un año después; leemos la siguiente noticia en donde se cambia el nombre de comercio por el de industria.
Y de esta tampoco.
Hasta agosto de 1957 no llegaron a Gijón las estatuas cargadas en dos camiones procedentes de Madrid, en donde el escultor Juan Bautista Adsuara tenía su taller. Cuenta Adsuara en la entrevista recogida en la hemeroteca del diario Voluntad a Bastián Faro, ¨Que las figuras están talladas en piedra blanca de Escobedo (Cantabria) y que miden 2´85 metros de altura. Una simboliza la industria y la otra la agricultura. Se componen de un bloque cada una con un peso total de cinco toneladas y le llevo casi un año tallarlas¨.
Hemeroteca diario Voluntad 9-08-1957
Hemeroteca diario El Comercio 8-08-1957
Nos cuenta el historiador Luis Miguel Piñera en el artículo publicado en La Nueva España en su sección, Otra Historia Local, publicado el 21 del septiembre de 2020 que, y cito textualmente:
¨En julio de 1955 la dirección del Banco de España, en Madrid, decidió mandar esas esculturas tras encargárselas al artista Juan Bautista Adsuara Ramos (Castellón de la Plana, 1891-1973). Adsuara era entonces catedrático y escultor muy conocido, hasta el punto de haber sido Premio Nacional de Escultura del año 1929. Republicano convencido fue durante la Guerra Civil el responsable de la Junta de Conservación de Obras de Arte en Castellón promovida por Manuel Azaña de quien Adsuara era amigo personal. Tras la contienda el escultor fue restituido en su cátedra tras un expediente de depuración y fue nombrado director de la Academia de Bellas Artes San Fernando en Madrid entre 1958 y 1963. Hijo Predilecto de Castellón en 1950, en 1962 le fue concedida la Gran Cruz de Alfonso X El Sabio y en la actualidad existe en su ciudad natal la plaza del escultor Adsuara.
La sucursal del Banco de España, se clausuró en 1982.
La Biblioteca Pública Jovellanos ocupa desde 1991 el edificio de la antigua sucursal del Banco de España en Gijón remodelado, según proyecto de los arquitectos Manuel García y José Manuel Caicoya, para uso bibliotecario
El pasado mes de diciembre se realizaron unas labores de limpieza a las estatuas, que les devolvió su antiguo esplendor, como decimos aquí, quedaron muy guapines.
Espero que con esta entrada haya conseguido dar visibilidad a estas dos estatuas que están ahí desde hace 65 años.
Por sugerencia de Luismi pongo una imagen de la base de las estatuas en donde se ve la firma del autor.
Muchas gracias por este artículo. Mi padre, que era camionero siempre nos contó que una de esas estatuas la había transportado él desde Madrid, por eso tienen un significado especial para mí. Me encantó saber su historia.
De nada. Si quiere aportar algo más sobre el transporte de las estatuas, que le hubiera comentado su padre, estaré encantado de añadirlo a la entrada. Gracias a usted.
Soy pintora y pinte estas dos bellas esculturas, y busque información por todos lados y no conseguí saber quién era el escultor,pregunté en lo que es ahora la biblioteca y nada…. Gracias por tan maravilloso reportaje y por despejarme las dudas.un abrazo desde Gijón!
De nada, me gustaría me indicara en donde puedo ver el cuadro.Gracias a usted.