A punto de cumplir los 62 años sigo llamando a un bollo de pan, riche costumbre heredada de mi infancia de cuando mi madre me mandaba ir a la panadería de La Plaza (Mercado del Sur) a comprar un par de ellos uno para mi hermana y otru para mi pa la merienda, con mantequilla y azucar o con un par de onzes de chocolate. No conocía su historia por eso me prestó tanto esti artículo de Luis Miguel Piñera que a estes altures ya sabéis todos que ye el Cronista oficial de Gijón.
Está recogido en el Cuaderno Cultural Prímula Número 36 del pasado mes de diciembre que podéis descargar en el siguiente enlace.
CUADERNO CULTURAL PRÍMULA. Número 36. Sin título. Fotografía de García de Marina. 2017.
Sala de amasado de la panadería La Magdalena en el año 1911, en la calle de Cifuentes (hoy de Manuel Llaneza). Fotografía Julio Peinado. Del libro «GIJÓN: LA CIUDAD INDUSTRIAL BURGUESA (1880-1920)» Publicado por la Fundación Alvargonzález.
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