Las imágenes de Gijón en la guerra civil encontradas en la calle.
Una coincidencia permite recuperar unas extraordinarias fotografías de la ciudad durante el conflicto
ELCOMERCIO.es | GIJÓN
«Un día te voy a traer unos clichés que tengo en casa. Seguro que no tienes esas fotografías». Modesto Fernández, autor del blog Gijón en el recuerdo, que por entonces trabajaba en la Cafetería México Lindo, quedó intrigado por el comentario de aquel cliente habitual que solía pedirle décimos de lotería antiguos y carteles de toros para su infatigable afán de coleccionista. Días después, el vecino de Cimadevilla que le había hecho la promesa apareció en el establecimiento con las imágenes. Una decena de fotografías en las que lugares perfectamente reconocibles de Gijón aparecen destrozados por los ataques de la artillería durante la Guerra Civil. El Coto, Ceares, la iglesia de San José, la plaza de toros… En muchas de ellas aparecía en primer plano un niño. «¿Y de quién son estas imágenes?», preguntó Modesto. Casi imposible de saber. Según le contó quien le entregó las fotos, la cámara había sido encontrada en el paseo de Begoña. «Un aparato pequeño», cuya marca ni siquiera recordaba. ¿Como fue a parar allí? Un misterio. Probablemente, el dueño se había desprendido de ella en un momento en el que la toma de fotografías estaba controlada por el Gobierno, que en pleno conflicto, otorgaba suma importancia a todas las imágenes que se hacían públicas. Como el autor, la presencia del niño constituía un enigma. Quizás era un familiar del fotógrafo o simplemente un truco para captar los edificios destrozados por las bombas. Quien la encontró había decidido conservar el carrete con las imágenes, tal vez pensando en su evidente valor histórico.
El historiador Héctor Blanco fechó las imágenes «entre finales de agosto y principios de septiembre de 1936». «Están muy vinculadas a los escenarios de la sublevación del Simancas y del cuartel del Coto, y por la ropa del niño todavía es verano. Con total seguridad tienen que ser posteriores al 21 de agosto, fecha de la toma del Simancas», asegura este experto, autor de numerosas publicaciones sobre la historia de Gijón.
Tras su datación, alguna de las imágenes llegó a formar parte de una exposición, incluso fueron atribuidas al histórico fotógrafo Constantino Suárez, autor de las imágenes probablemente más impactantes de Gijón durante la Guerra Civil. Pero no hay ninguna confirmación de lo que dejaría ser otra cosa que una hipótesis. La autoría de las imágenes que ahora conserva Modesto Fernández continúa siendo un misterio.
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