Alejandro Alvargonzález(1850-1918) reunió a lo largo de toda una vida un importante archivo marcado por su erudito interés en el estudio de la historia local y en la figura de Gaspar Melchor de Jovellanos. Ligado a la gestión municipal, alcalde de la ciudad entre 1886 y 1890, representa al perfecto burgués de la época -culto y cosmopolita- que asiste a la transformación profunda de una ciudad a la que se mantiene vinculado toda su vida tras recibir una amplia formación en Francia e Inglaterra.
Ambos, ciudad y hombre, fueron claro reflejo de una época revolucionaria a un nivel industrial, social y político. En esos años, Gijón creció dejando muy atrás la simbólica frontera que le había impuesto la muralla estrellada levantada en 1837, en el contexto de la guerra carlista. Su actividad portuaria le daría un papel predominante dentro de la industrialización asturiana, lo que ahondaría en la formación de una nueva sociedad de burgueses y proletarios donde la desigualdad estaba a la orden del día.
Las imágenes inmortalizadas por algunos de los más destacados fotógrafos del momento, como Julio Peinado, Arturo Truan o Enrique Marquerie; y guardadas por Alvargonzález, recogen esa profunda transformación de una pequeña villa en una ciudad marcada por una actividad económica intensa.
Un núcleo urbano que se animó con comercios, cafés, teatros y paseos, y cuya identidad local se quiso materializar en las estatuas de don Pelayo en la Plaza del Marqués y de Jovellanos en la del 6 de Agosto inauguradas en estos años.
Gijón cuya población empezaba a crecer vertiginosamente, rompe con el pasado con el derribo de la vieja Torre del Reloj y de la Puerta de la Villa, y mira hacia el futuro con la construcción del nuevo puerto de El Musel, pieza clave de su desarrollo y del que Alejandro Alvargonzález fue claro defensor.
El interior de las fábricas, auténtico motor de este Gijón fin de siglo, queda también plasmado en esta colección. industrias como La Asturiana, La Primitiva Indiana o Cuesta y Compañía son algunas de entre las muchas que avivaron el potencial local, ocuparon sus calles y aprovisionaron sus comercio.
Texto extraído del folleto de la exposición.
Las fotografías aquí publicadas pertenecen a la exposición, Gijón: la ciudad industrial burguesa (1880-1920). Álbum gráfico del archivo de Alejandro Alvargonzález, la publicidad que acompaña a las imágenes pertenecen al porfolio Centenario de Jovellanos, publicado en 1911 para conmemorar el centenario de la muerte de Jovellanos. Las imágenes que vienen a continuación también pertenecen a dicho porfolio y lo podéis consultar en la Biblioteca Asturianista del Padre Patac, sita en la Biblioteca Pública Jovellanos.
No dejéis de visitar esta exposición de lo más interesante para los amantes del viejo Gijón.
Este blog es una joya por la cantidad de información y fotos de nuestra ciudad
La he visitado y es muy recomendable. El libro, que se vende en el Piñole, merece la pena.
¡Que recuerdos tan bellos…!
Creo que también tengo algunas fotos antiguas de mis padres en la cantina La Casona
Estas fotografías me recuerdan a mi infancia