Alejandro Alvargonzález(1850-1918) reunió a lo largo de toda una vida un importante archivo marcado por su erudito interés en el estudio de la historia local y en la figura de Gaspar Melchor de Jovellanos. Ligado a la gestión municipal, alcalde de la ciudad entre 1886 y 1890, representa al perfecto burgués de la época -culto y cosmopolita- que asiste a la transformación profunda de una ciudad a la que se mantiene vinculado toda su vida tras recibir una amplia formación en Francia e Inglaterra.
Ambos, ciudad y hombre, fueron claro reflejo de una época revolucionaria a un nivel industrial, social y político. En esos años, Gijón creció dejando muy atrás la simbólica frontera que le había impuesto la muralla estrellada levantada en 1837, en el contexto de la guerra carlista...
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