Volver al barrio siempre es una huida,
casi como enfrentarse a dos espejos
uno que ve de cerca, otro de lejos,
en la torpe memoria repetida.
La infancia, la que fue, sigue perdida
no eran así los patios, son reflejos,
esos niños que juegan ya son viejos
y van con más cautela por la vida.
El barrio tiene encanto y lluvia mansa
rieles para un tranvía que descansa
y no irrumpe en la noche ni madruga.
Si uno busca trocitos de pasado,
tal vez se halle a sí mismo ensimismado.
Volver al barrio siempre es una fuga.
El barrio. Mario Benedetti
Para mi es siempre una satisfacción la publicación de un libro en donde se recoge la historia de Gijón, y doblemente cuando el que publica es un amigo que no necesita presentación, Luis Miguel Piñera Entrialgo...
Leer más
Comentarios recientes