Una imagen de la Plaza del 6 de Agosto antes de su remodelación.
Quizás no fuera una gran fuente, con el paso del tiempo se tiende a empequeñecer las cosas, pero a los ojos del niño que fui no se me olvidará nunca la primera vez que la vi funcionar con aquellos chorros de agua de colores. Te quedabes embobau mirándola y escuchando el ruido del agua que salía por sus surtidores.
Como ya conté más de una vez en el blog, vivíamos en el edificio de Correos y Telégrafos y tenía cinco años cuando se inauguró, pero antes de que la fuente comenzara a funcionar fui testigo de su construcción y de las pruebas que se hicieron antes de inaugurarla, en aquel Gijón, gris, de mi infancia para un niño no sucedían muchas cosas que atrajeran su atención ¨Anda mamá bajamos un momentín a ver la fuen...
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