Este proyecto, construido en la calle Corrida esquina con la calle de Asturias, recibió su nombre del segundo apellido del promotor Emilio Fernández Robledo. En 1943 pasará a manos del empresario Asdrúbal de la Huerga, que regentaba otras salas de proyección.
En 1916, Manuel del Busto, arquitecto de la mayor parte de los grandes cines gijoneses, construye el cine Robledo. El proyecto buscaba dignificar este tipo de salas, por lo que se edificó un inmueble que se aproximase, en lo arquitectónico, a los teatros. Otra de las características del proyecto original fue la monumentalidad, ya que la intención del arquitecto era crear un espacio con capacidad para 1.000 espectadores.
Los altos precios de los materiales conllevaron que las dimensiones del edificio, final...
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