Antonio Camacho y su legado a Gijón
ENRIQUE LOREDO. Profesor de Organización de Empresas. Universidad de Oviedo
En la primavera de 1918, un sevillano de 22 años llamado Antonio Camacho llegó a Gijón para ejercer de catedrático de legislación y economía en la Escuela Profesional de Comercio. Nuestra ciudad tenía entonces 55.000 habitantes y era epicentro de una burbuja especulativa provocada por la neutralidad de España en la I Guerra Mundial. De El Musel salían mercancías para abastecer a los contendientes. Paralelamente, llegaban capitales, comercios sofisticados y veraneantes. La tradicional Villa de Jovellanos pasó a ser conocida como el Chiquito Londres.
Ahora bien, viniendo de una Sevilla monumental, a Antonio Camacho Gijón le pareció «una ciudad improvisada...
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