El Muelle antes del relleno de la dársena, en el terreno resultante de ganar espacio al mar, años más tarde se crearían los Jardines de la Reina. Álbum Artístico de Gijón, Fototipia de Octavio Bellmunt. Año 1894
Esta zona verde de uso público (propiedad de la Autoridad Portuaria), situada al pie de los muelles locales, fue posible gracias a los terrenos ganados al mar con motivo de la ampliación de la dársena local, llevada a cabo en la década de los ochenta del siglo XIX por la Sociedad de Fomento. El ajardinamiento de este delicioso espacio, cabecera de la principal de las vías de la ciudad, la calle Corrida, se produjo con motivo de la visita que la reina María Cristina de Habsburgo realizó a Gijón en 1900, acompañada de sus hijos los infantes, Alfonso ( Alfonso XIII), Mercedes y Teresa. La traza de los jardines, bautizados como jardines de la Reina en honor a la regente, corrió a cargo del reputado jardinero donostiarra Pedro Múgica, por aquel entonces encargado de los jardines de la Junta del Puerto. El paso del tiempo apenas ha alterado el diseño y la composición del espacio, y en esencia se mantienen las trazas heredadas. A mediados de los ochenta del siglo xx y en el marco del Plan Especial del Puerto Local proyectado para la transformación del espacio portuario histórico en puerto deportivo, se produjo la reforma más significativa de estos jardines, sustanciada, básicamente. en su integración en el muelle, ahora transformado en un agradable paseo arbolado, al modo de los salones decimonónicos.
Los jardines se articularon en torno a una serie de parterres irregulares que definen la circulación peatonal y las zonas de descanso en las que se dispusieron los asientos.
Los parterres están plantados con distintas especies tapizantes y arbustivas, como verónicas, evónimos, boj y espino de fuego, estas últimas dispuestas formando una pantalla para aislar el jardín de las molestias del tráfico rodado. En cuanto al arbolado. destacan por su elegancia y esbeltez las primiseculares palmeras canarias y un conjunto de ciruelos rojos que decoran el parterre principal. También destacan, por su poder arborescente, las drácenas de los parterres que miran al muelle y a la calle del Marqués de San Esteban.
Su emplazamiento privilegiado, a caballo entre el puerto deportivo y la calle Corrida, y su orientación a resguardo de los molestos vientos del noreste, convirtieron los jardines en un lugar de descanso privilegiado para los asiduos a ambos paseos. Un clásico reloj de paseo montado sobre una columna de fundición, instalado por la Junta de Obras del Puerto a comienzos de la década de 1920, y varias columnas de alumbrado, salidas de los talleres de la Fábrica de Armas de Oviedo en los años cuarenta, son algunos de los elementos destacados del mobiliario presente en este espacio público.
Texto extraído del libro: Natural de Gijón, parques, jardines y espacios verdes municipales.
Javier Granda Álvarez, texto, fotografías Benedicto Santos
Labores de relleno, fotografía del archivo del centro excursionista de Cataluña.
Vista panorámica del Muelle, Julio Peinado.
Antigua dársena, edición Benigno Fernández.
Hotel La Iberia, hacia 1910
Fotografía Laureano Vinck año 1918
Fotografía Laureano Vinck año 1918
Fotografía Laureano Vinck año 1920
Fotografía de Julio Peinado del portfolio Deporte y Turismo Astur año 1925.
Antonio Carreta Passaporte, 1928 edición Loty
Antonio Carreta Passaporte, 1928 edición Loty
Desde los Jardines de La Reina Autor Luis LLadó Fábregas. alrededor de los años 30
Vista aérea, Constantino Suárez Fernández, 1931
Postal cedida amablemente por Javier del Burguer Chopper.
Postal mediados años 50
Postal años 60
Vista desde la calle Corrida, años 60
Años 70 Hemeroteca diario El Comercio
Panorámica con dos fotografías, Joaquín Aranda, año 1973.
Hemeroteca del diario El Comercio, 10 de Marzo de 1989
Panorámica con dos fotografías de Fotolena, enviada a mi página de Facebook Gijón en el Recuerdo, por Ana Esmeralda Albertos Vazquez.
Puerto de Gijón, sale a licitación la reforma de los Jardines de la Reina, 22 de Febrero de 2019.
Solo espero que acierten con la reforma de este lugar emblemático de nuestro viejo y querido Gijón.
Unas estampas mágnificas. Cuantas fotos así de bonitas estarán cogiendo polvo en baules o cajas, una pena que un material así se pierda en el olvido. Gracias por recuperarlo.