Casa de Eduardo Martínez Marina, al principio de la calle de Los Moros, entre las calles Santa Lucía y Buen Suceso . En la imagen el Banco de Gijón en construcción. Muséu del Pueblu d’Asturies
Revista Arquitectura y construcción (Barcelona). Julio de 1906 B.N.E.
Luis Bellido González.
La obra de Luis Bellido es poco numerosa, si bien tiene un interés en consonancia con la talla de este arquitecto y como ilustración de uno de esos periodos iniciales de su carrera. Ya era arquitecto diocesano de Oviedo, cuando solicitó la plaza de arquitecto municipal en Gijón, en 1899, la serie de títulos que aportaba en aquella fecha y de encargos o proyectos pendientes fuera de Asturias da idea de la labor tan amplia, de este hombre, por lo que su obra en Gijón que dura apenas tres o cuatro años solo servirá para complementar una necesaria y amplia monografía sobre su trabajo en Madrid.
Proyecto de Luis Bellido, año 1902, de la casa de Eduardo Martinez Marina, recogido en el libro Gijón 1890-1920 la arquitectura y su entorno. María Cruz Morales Saro.
Aunque luego Bellido realizará obras, sobre todo en Madrid con más relación a prototipos europeos del modernismo austriaco, en las casas que entre 1900 y 1903 realiza en Gijón mantiene todavía un historicismo de gran tono, aunando muchos de los elementos de prestigio de la arquitectura clasicista (pilastras, columnas, frontones, superposición de órdenes, balaustradas etc.) con una variedad en las composiciones de fachadas, en las que no faltan rotondas muy elaboradas y elementos ornamentales que nos remiten a un neobarroco.
Calle de los Moros, fotografía de Gerardo Bustillo. Muséu del Pueblu d’Asturies
El historicismo de Bellido, a diferencia de otros arquitectos, no introduce elementos de procedencia local, y sus balcones y miradores siempre aluden juego arcos-columnas; dobles arcos entre columnas pareadas (como en la parte central de la fachada a San Bernardo de la casa de D. Gumersindo García Cuervo). En otros casos los vanos adintelados van coronados por ménsulas que sostienen el inmediatamente superior.
Colección Muséu del Pueblu d’Asturies
Aunque en algunos antepechos utiliza el hierro, prefiere los balaustres, con columnillas abalaustradas en piedra o piedra artificial.
La desaparecida casa de D. Eduardo Martínez Marina, presentaba una innovación dentro de esta tradición que Bellido aplicó a los primeros encargos importantes en Gijón. Abandona ahora lo ecléctico para proyectar una auténtica casa modernista en el sentido de la reelaboración a partir de motivos revival, unidos a diseños art-nouveau en las puertas, miradores y remates. Una auténtica crestería de tipo flamígero coronaba las fachadas Santa Lucía y en la que daba a Moros, dos remates en forma de torrecillas caladas y silueta recortada.
Colección Muséu del Pueblu d’Asturies
Fotografía Julio Peinado archivo familia Alvargonzález.
Colección Muséu del Pueblu d’Asturies
Catálogo de la obra en Gijón
1896.- Proyecto para la iglesia de San Lorenzo. Inauguración en 1901 y destruida en 1936. Estilo neogótico.
1901.- Casa para D. Gumersindo García Cuervo en las calles San Bernardo Munuza y Merced. Eclecticismo e historicismo.
1902.- Casa en la calle Corrida, 20; para D. Rogelio García Carrera. Se trataba de una reedificación. Eclecticismo con algunos elementos modernistas en la ornamentación.
-Casa en la calle de la Artilleria, 34. Propietario Manuel Villaverde. Ecléctico con motivos neobarrocos y aparición del azulejo en fachada.
–Casa para D. Eduardo Martínez Marina, en la calle Moros, Santa Lucía y Buen Suceso. Orientación modernista sobre revival flamígero diseños y ornamentos en hierro art-nouveau.
– Proyecto para una casa y pasaje comercial en la calle Moros, Munuza y callejón del Agua. Eclecticismo y elementos modernistas. No se llegó a realizar.
1903.- Casa en la calle Santa Doradía para D. Miguel López. Elementos ornamentales art-nouveau, con dibujos florales en balcones y puerta.
El texto que acompaña a las fotografías pertenece al libro: Gijón 1890-1920 la arquitectura y su entorno. María Cruz Morales Saro.
Siempre me llamó poderosamente la atención esta casa, quizás porque estuviera en ¨mi calle¨, la calle los Moros. Aunque tenía solo once años cuando la piqueta se lo llevó, hay veces que cuando paso por ahí se me aparece cual alma en pena recordándome que algunos edificios de las ciudades tendrían que sobrevivir a muchas generaciones para que se pudiera seguir contemplando su belleza arquitectónica.
Colección Padre Patac 24-11-1973
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