Mediado el siglo XX, en Gijón como en otras ciudades,el papel del tranvía como principal transporte urbano comenzó a ser fuertemente cuestionado.
Los tranvías,a pesar de que seguían siendo el medio de comunicación en superficie que ofrecía tarifas más baratas para elevadas intensidades de tráfico, eran vistos como un anacronismo, como un estorbo para el desenvolvimiento de la circulación rodada y, en general, como un baldón para el ornato y progreso públicos.
A este descreimiento generalizado contribuyó notablemente el incremento de los siniestros, la interrupción frecuente del servicio por falta de suministro eléctrico y sobre todo la presión del vehículo privado, que se convirtió en preponderante a partir de la década de los sesenta...
Comentarios recientes