
La entrada de hoy trata de aportar un poco de luz a las imágenes encontradas en el paseo de Begoña en el verano del 36 y que en su día publicó el diario El Comercio, es una suposición que planteo en mi humilde opinión ya que ni soy historiador ni entendido en la materia, pero bien podría haber sucedido así.
Años despues de que llegaran a mi poder las fotos buscando por la hemeroteca de Gijón me encontré con este articulo en el periódico Avance, lo que me llevó a indagar en el Boletín oficial de la provincia de Oviedo, en busca del decreto al que se refería sobre la regulación y tenencia de aparatos fotográficos.
Viendo las imágenes a uno le hace sospechar la presencia de un ¨guaje¨ en cinco de ellas, posando, y digo sospechar por que se ve claramente que no es él el objetivo principal de las fotografías si no mas bien el paisaje de desolación que se ve en las mismas.
Quizás la persona que las sacó, no fuera ningún espía o sí. pero era conocedor del riesgo que corría al hacerlas y llegando al paseo de Begoña ante algún control que hubiera en el mismo optó por deshacerse de la cámara fotográfica en los jardines con la idea de volver más tarde a recuperarla. Pero la casualidad hizo que el amigo del señor que me las dió llegara antes y gracias a ello hoy las podeis ver en este blog.
Mi agradecimiento a Marcelino jefe de edición e internet del diario El Comercio por interesarse por las fotografías y a Héctor Blanco historiador por darles una fecha .
Boletín Oficial de la Provincia de Oviedo
Biblioteca Virtual de Prensa Histórica 5 de Enero de 1937.
Las imágenes de Gijón en la guerra civil encontradas en la calle.
Una coincidencia permite recuperar unas extraordinarias fotografías de la ciudad durante el conflicto
08.02.13 – 19:39 – ELCOMERCIO.es | GIJÓN
«Un día te voy a traer unos clichés que tengo en casa. Seguro que no tienes esas fotografías». Modesto Fernández, autor del blog Gijón en el recuerdo, que por entonces trabajaba en la Cafetería México Lindo, quedó intrigado por el comentario de aquel cliente habitual que solía pedirle décimos de lotería antiguos y carteles de toros para su infatigable afán de coleccionista. Días después, el vecino de Cimadevilla que le había hecho la promesa apareció en el establecimiento con las imágenes. Una decena de fotografías en las que lugares perfectamente reconocibles de Gijón aparecen destrozados por los ataques de la artillería durante la Guerra Civil. El Coto, Ceares, la iglesia de San José, la plaza de toros… En muchas de ellas aparecía en primer plano un niño. «¿Y de quién son estas imágenes?», preguntó Modesto. Casi imposible de saber. Según le contó quien le entregó las fotos, la cámara había sido encontrada en el paseo de Begoña. «Un aparato pequeño», cuya marca ni siquiera recordaba. ¿Como fue a parar allí? Un misterio. Probablemente, el dueño se había desprendido de ella en un momento en el que la toma de fotografías estaba controlada por el Gobierno, que en pleno conflicto, otorgaba suma importancia a todas las imágenes que se hacían públicas. Como el autor, la presencia del niño constituía un enigma. Quizás era un familiar del fotógrafo o simplemente un truco para captar los edificios destrozados por las bombas. Quien la encontró había decidido conservar el carrete con las imágenes, tal vez pensando en su evidente valor histórico.
El historiador Héctor Blanco fechó las imágenes «entre finales de agosto y principios de septiembre de 1936». «Están muy vinculadas a los escenarios de la sublevación del Simancas y del cuartel del Coto, y por la ropa del niño todavía es verano. Con total seguridad tienen que ser posteriores al 21 de agosto, fecha de la toma del Simancas», asegura este experto, autor de numerosas publicaciones sobre la historia de Gijón.
Tras su datación, alguna de las imágenes llegó a formar parte de una exposición, incluso fueron atribuidas al histórico fotógrafo Constantino Suárez, autor de las imágenes probablemente más impactantes de Gijón durante la Guerra Civil. Pero no hay ninguna confirmación de lo que dejaría ser otra cosa que una hipótesis. La autoría de las imágenes que ahora conserva Modesto Fernández continúa siendo un misterio.
gracias por este blog. Blog muy interesante de la historia. Saludos!